Se Que Eres Ciego Pero Tienes Que Ver Esto

Balcón una viga destinada a sujetar la cuerda de tender ropa, y con tal accesorio la vivienda con rostro se encontraba fumándose un cigarrillo puro. Su tejado era en figura de gorra de cuartel y tenía una ventana de bohardilla que parecía una borla. La chimenea no podía ser mucho más que una oreja.

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Hasta se podían ver sus descarnados costillajes, cuyas puntas coronaban en dispar fila una de las alturas. Hasta que hace dos años se agotó el mineral de calamina. Hoy los trabajos se hacen en otras zonas que hay más arriba. Lo que a usted le joya son los bloques de piedra que llaman cretácea y de arcilla ferruginosa endurecida que quedaron tras sacado el mineral. Aseguran que esto presenta un golpe de vista sublime, sobre todo a la luz de la luna. La voz que esto decía era juvenil y agradable, y retumbaba con las simpáticas inflexiones que indican una disposición a prestar servicios con buena voluntad y cortesía.

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También imparto capacitación en empresas y doy charlas, que es la mejor oportunidad que tengo de compartir con la gente. • Enhamed, la primera vez que te escuché contar lo de la película sentí que en ese momento tú habías despertado de alguna manera y eso es lo que, quizá, nos realice falta a varios en el momento en que nos vemos metidos en instante de oscuridad en el que no somos capaces de ver mucho más allí. Pero tengo la impresión cuando te escucho, que ese cambio de actitud también tiene que ver con personas que en tu vida fueron y son fundamentales.

• A mí escucharte en tus tutorías, leerte en tus mensajes, seguirte en las comunidades me llevó a pensar en lo diferentes que somos la gente. Hay personas que con minusvalías o deficiencias tienen la capacidad de enormes proezas y otras que se hunden en un vaso de agua por problemas que pudieran parecer considerablemente más fáciles de solucionar. Ten una conexión mucho más profunda contigo.Se trata de que dediques elementos que cuiden tu foco de atención y tu diálogo de adentro. De esta manera no olvidarás que eres importante y único para las personas que te desean.

El Ciego Oye Y El Sordo Ve

Habiéndose mostrado que yo era semejante mancilla, ¿iba yo a ver a éstos con ojos francos? Por el contrario, si hubiera un medio de cerrar la fuente de audición de mis oídos, no hubiera vacilado en obstruir mi infortunado cuerpo para estar ciego y sueco. Que el pensamiento quede apartado de las desgracias es grato.

Ahí me percaté de que yo se encontraba viviendo mi vida, eminentemente mi ceguera pero también mi vida, desde la perspectiva de otros. Me explico… si cualquier persona que ve cierra los ojos, se siente inútil, intenta realizar cualquier cosa y no puede pero ese no es mi caso, ¡nosotros vivimos como ciegos todo el día! Nuestra aptitud para realizar las cosas es diferente, no somos superhéroes ni nada parecido, simplemente no nos queda más antídoto que tirar para adelante y aprender. Cualquier patología o cualquier otra cosa que te ocurra en la vida es lo mismo.

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Esto y carecer de la facultad de percibir la iniciativa aparente, que es la forma, siendo al tiempo divino como un ángel, bello como un hombre y ciego como un vegetal, era fuerte cosa precisamente. Si lo comprendiéramos, se abrirían para nosotros las puertas que esconden principales secretos del orden moral y del orden físico; comprenderíamos el inmenso misterio de la desgracia, del mal, de la desaparición, y podríamos medir la perpetua sombra que sin cesar prosigue al bien y a la vida. Las relaciones de esta prole con su madre, que era la gobernadora de toda la familia, eran las de una docilidad absoluta por la parte de los hijos y de un dominio soberano por parte de la Señana. El único que solía enseñar rastros de rebelión era el chiquitín. La Señana, en sus cortos alcances, no comprendía aquella aspiración diabólica a dejar de ser piedra. ¿Por ventura había existencia mucho más feliz y ejemplar que la de los peñascos?

Nunca se le dio a entender que tenía un alma rápida a ofrecer ricos frutos si se la cultivaba con esmero, ni que llevaba en sí, como los demás fatales, ese destello del eterno entender que se nombra inteligencia humana, y que de aquel destello podían salir infinitas luces y lumbre bienhechora. Jamás se le dio a entender que en su pequeñez fenomenal llevaba en sí el germen de todos los sentimientos nobles y frágiles, y que aquellos menudos brotes podían ser flores hermosísimas y lozanas, sin más cultivo que una fácil mirada ocasionalmente. Ciertos creen que dará al mar por junto a Ficóbriga. Otros dicen que por el fondo de él corre un río que está siempre dando vueltas y mucho más vueltas, como una rueda, sin salir jamás fuera. Algunos dicen que hay allá abajo un resoplido de aire que sale de las supones de la tierra, como en el momento en que silbamos, el que resoplido de aire choca contra un chorro de agua, se ponen a reñir, se engrescan, se enfurecen y generan ese hervidero que oímos de fuera.

De este modo, en varias ocasiones podemos amar tanto a un individuo que no somos capaces de ver de qué manera es verdaderamente. Lo que hacemos es hacer una suerte de reflejo distorsionado en nuestra mente. Se habla del amor ciego, un amor en el que tenemos la posibilidad de llegar a idealizar a la persona que amamos y darlo todo por ella, olvidándonos de nosotros. Aquí te contamos cómo puede ser ese amor, nos centraremos en el cariño ciego de las relaciones de pareja. Las correas de transmisión venían zumbando desde el departamento de la máquina. Otras correas se pusieron en movimiento, y entonces oyose un estampido rítmico, un horrísono compás, a la manera de gigantescos pasos o de un violento latido interior de la madre tierra.

Mucho gustó al doctor oírla, y mucho más aún observar la dulce claridad que, difundiéndose por los espacios antes oscuros, hacía revivir cielo y tierra, como si se los sacara de la nada. La voz, que durante breve rato había regalado con encantadora música el oído del hombre extraviado, se iba perdiendo en la inmensidad lúgubre, y a los gritos de Golfín, el canto extinguiose completamente. Indudablemente la misteriosa entidad gnómica, que entretenía su soledad subterránea cantando tristes amores, se había asustado de la brusca interrupción del hombre, huyendo a las más hondas supones de la tierra, donde moran, avaras de sus fulgores, las piedras hermosas. Querer no nos hace ciegos, nosotros podemos llegar a volvernos ciegos con el cariño. En otras palabras, de nosotros es dependiente ponernos una venda y omitir buena parte de lo que sucede alrededor de la relación, de la persona y de nosotros. Entonces somos nosotros quienes tenemos la posibilidad de ofrecerle un giro al tema.